viernes, 19 de julio de 2013

AGITADOR MEXICANO EN LAS FARC: PAVEL BLANCO CABRERA

PAVEL BLANCO CABRERA, SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE MEXICO, EN LAS FARC: EL CASO LUCIA MORETT.


México.- El miércoles 8 de septiembre, la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, hizo una aseveración que todos consideraron políticamente inapropiada: “México se está pareciendo más a como se veía Colombia hace 20 años”.
Y puede que para muchos su postura no sea muy amable, pero Clinton no está alejada de la realidad.
En su declaración, la funcionaria advirtió que hace dos décadas, los narcotraficantes llegaron a controlar ciertas partes de Colombia, tal como sucede ahora en México.
Señaló también que algunas organizaciones criminales “han hecho fuerza común” y se han metamorfoseado en una forma de insurgencia en México y Centroamérica.
En medio de la guerra entre los cárteles de la droga y de la ilegalidad que impera en muchos estados del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), grupo vinculado al narcotráfico, cada vez tienen más presencia activa en México.
Reporte Índigo tuvo acceso a información de inteligencia en la que se reportan las diversas etapas de actividad de las FARC en México, hasta llegar a la puesta en marcha de un movimiento beligerante en abril de 2009. Su nombre es Movimiento Libertador del Sur (MLS).
Esta agrupación presuntamente es encabezada por el mexicano Antonio Pavel Blanco, líder del Partido de los Comunistas y del núcleo de apoyo de las FARC en México, grupo que en 2008 estaba presente en el campamento guerrillero que Raúl Reyes, entonces líder de las FARC, tenía en Ecuador.
En la plataforma y proclama del MLS emitida en abril de 2009, se propone: “Preparar al pueblo de Morelos y la región centro sur para un movimiento insurreccional de manera organizada en contra del sistema capitalista y el actual gobierno.
“Al llegar a la víspera del Bicentenario del Grito de Dolores y del Centenario de inicio del levantamiento armado de 1910, la realidad histórica nos dice que la hora de pasar la factura a los agravios está por sonar sus campanadas, que las manecillas que marcan el horario de la justicia inexorablemente avanzan y llegan”.
En 2008, el MLS tenía el “proyecto a corto plazo” de llevar a cabo un curso-campamento de resistencia y reconocimiento de área en las inmediaciones de Santa María, poblado de Huatecalco, municipio de Tlaltizapán, en el estado de Morelos.
Sería impartido por miembros de las FARC-EP para adoctrinar militarmente a futuros combatientes dentro de las filas de las juventudes comunistas. Ésta es la historia.
El principio
El frente internacional de las FARC fue creado en 1993 por el secretariado de esta organización. Nombraron como líder al terrorista Raúl Reyes.
A la fecha, cuenta con 46 representantes y una red de apoyo clandestina que tiene presencia en Europa, Australia, Centro y Sudamérica.
Según el informe de inteligencia obtenido, los contactos con el crimen internacional son para adquirir armamento con dinero proveniente del tráfico de cocaína y los secuestros que se realizan en Colombia.
México es considerado un país prioritario por su ubicación geográfica y su peso político en América Latina. Las FARC han contado con diferentes coberturas en este país desde 1993.
La organización narcoterrorista creó un brazo político fuera de sus fronteras a través de la Coordinadora Continental Bolivariana, que le haría ganar simpatía, adherentes y militantes entre sectores de la izquierda radical y grupos globalifóbicos en todo el mundo.
Las actividades de la Coordinadora Continental Bolivariana, afirma el reporte, “no se financian a través de aportaciones de los simpatizantes locales, a diferencia de otros grupos sociales, no recurren a colectas, no organizan eventos de recaudación y nunca han cancelado un evento por falta de fondos”.
Esto se debe, supuestamente, al apoyo financiero de las FARC.
Se asegura que las redes de apoyo que tiene esta organización colombiana en México han utilizado recursos provenientes de las operaciones de tráfico de droga y secuestros que realiza el grupo en Colombia.
De acuerdo al reporte de inteligencia, la presencia de las FARC en México fue detectada desde febrero de 2002, por lo menos.
Todo comenzó ese año en el Auditorio de Usos Múltiples de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde se dictó la conferencia “La Lucha Revolucionaria no es Terrorismo”. El evento fue convocado por una agrupación conocida como “NMAFARC-EP”.
Luego se llevó a cabo el Foro Preparatorio para el Segundo Encuentro Internacional de Solidaridad y por la Paz en Colombia y América Latina. Esto fue en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
El presidium estaba integrado por la profesora Rosalba Pichardo Santoyo, catedrática de la Facultad de Psicología de la UAQ; Joaquín Vela, economista y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PT, y los estudiantes Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Valentina Rodríguez y Fermín Hurtado, miembros de las FARC-EP.
El 26 de septiembre de 2002, integrantes de esa organización se presentaron en el predio “Zapata 42”, de la Central Unitaria de Trabajadores, para dar a conocer su proyecto ideológico, cuyo principal objetivo era difundir la lucha del movimiento guerrillero de Colombia.
El 10 de marzo de 2007 se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional de Solidaridad con las Luchas del Pueblo Colombiano, evento que contó con la asistencia de 70 delegados de 36 organizaciones provenientes de 10 estados de la república (Estado de México, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Jalisco, entre otros) y de seis países (Estados Unidos, Francia, Chile, Colombia, Portugal y República Dominicana).
Hasta aquí todo parecía ser sólo una corriente ideológica inofensiva. Pero conforme fue pasando el tiempo, comenzaron a mirar hacia otros horizontes.
El adiestramiento
Antonio Pavel Blanco Cabrera, de 37 años, originario de Oaxaca y vecino de Jojutla, Morelos, es el presunto líder del Partido de los Comunistas y líder del Núcleo de Apoyo de las FARC en México.
Con él colaboran Mario Dagoberto Díaz Orgaz, Lucía Andrea Morett Álvarez, Juan González del Castillo y Verónica Velázquez Ramírez.
A finales de febrero, principios de marzo de 2008, todos ellos estuvieron en el campamento de las FARC en Ecuador, el cual fue bombardeado por el Gobierno de Colombia en su intento por capturar a Luis Edgar Devia Silva, alias “Raúl Reyes”, líder del movimiento terrorista que se encontraba en el lugar y resultó muerto.
El campamento no era uno cualquiera, se trataba de un campo de entrenamiento paramilitar.
Antonio Pavel Blanco Cabrera salió de Ecuador vía Panamá y no le tocó el bombardeo. Pero Lucía Morett Álvarez resultó herida y Verónica Velázquez Ramírez presuntamente murió en el ataque.
Algunos de los primeros informes habían identificado a Dagoberto Díaz Orgaz como líder del Núcleo de Apoyo a las FARC en México, pero ahora se afirma que el líder es Antonio Pavel Blanco Cabrera, quien en la entrevista que dio al periódico El Universal el 13 de marzo de 2008, días después del bombardeo, reconoció su relación con el movimiento terrorista de Colombia.
“Nosotros, como organización, mantenemos no sólo una relación con las FARC, sino también demandamos que su propuesta de canje humanitario se desarrolle y apoye tanto para las FARC como para el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que son organizaciones insurgentes que luchan contra el gobierno criminal de Álvaro Uribe (Vélez)”, señaló Blanco Cabrera.
Morett Álvarez ha sido motivo de conflicto diplomático entre México y Colombia. El entonces presidente Álvaro Uribe inició un proceso de extradición contra la joven universitaria para que fuera juzgada en Colombia por su participación en el grupo narcoguerrillero.
En la información obtenida por Reporte Índigo, se afirma que por lo menos desde 2001, Blanco Cabrera se ha reunido más de cuatro veces con miembros de las FARC en México.
Dichos encuentros han sido para gestionar recursos financieros para promover la causa de las FARC, así como las de otras organizaciones.
Sus interlocutores con la narcoguerrilla son Luis Alberto Albán Urbano y Olga Lucía Marín, los dos últimos representantes de las FARC-EP en México.
El informe tiene documentada una fotografía de Antonio Pavel con ellos dos. Está fechada en 2001.
Según los documentos, Antonio Pavel se autodefine como “un marxista leninista que concibe derrocar al gobierno a través de las armas para que el pueblo tome el poder”.
Y se tiene registrado que en 2007, los días 23 y 24 de enero, viajó a Colombia acompañado de Fernando Acosta Esquivel para participar en cursos sobre guerrillas que impartió la organización FARC-EP.
No se tiene registrada la fecha exacta, pero Blanco Cabrera envió una carta al subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que el 1 de enero de 1994 irrumpió con un movimiento armado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
En dicha carta, Blanco Cabrera le expuso al subcomandante sus planes de levantamiento y la forma de estructurarse al interior de “La Otra Campaña” con ese propósito.
“Sobre el levantamiento. Estamos de acuerdo en que ésa es la perspectiva y hay que entrarle con todo, precisamente por ello la organización es una necesidad urgente.
“Pensamos que es un proceso cronometrado, de mucha disciplina. Que sin planificación es imposible. Pensamos que en posteriores intercambios colectivos o bilaterales se pueden precisar muchos elementos, pero que es una definición vital entrarle al proceso insurreccional”, habría escrito Antonio Pavel Blanco Cabrera.
“En algún momento previo dijimos que lo concebimos como la ocupación simultánea en varias partes de la nación de centros de trabajo y estudio; de edificios públicos, de la interrupción de comunicaciones, de caminos, carreteras; de la ocupación de tierras y territorios, de paros y huelgas; de barricadas y movilizaciones, de lucha callejera; paralización de ciudades.

Movimiento Libertador del Sur
El sueño de los representantes de las FARC en México poco a poco se vuelve una realidad.
De manera silenciosa, casi imperceptible, promulgaron en abril de 2009, en la gaceta “Periodismo Revolucionario”, la plataforma del Movimiento Libertador del Sur (MLS), cuya sede se ubica en el estado de Morelos. Tiene nueve objetivos:
1. La expropiación de las fábricas y centros de trabajo por la clase trabajadora.
2. Reapropiación de la tierra y de los territorios por parte de los pueblos originarios.
3. Preparar al pueblo de Morelos y la región centro-sur para un movimiento insurreccional de manera organizada en contra del sistema capitalista y el actual gobierno.
4. La constitución de nuevos órganos de poder del pueblo.
5. Construir el sujeto revolucionario en la entidad.
6. La creación de consejos populares y comités obrero-campesinos.
7. Hacer huelgas parciales rumbo a una huelga general.
8. La creación del poder obrero, campesino y popular con justicia revolucionaria.
9. La conciencia de pueblo en lucha.
“Al llegar a la víspera del bicentenario del Grito de Dolores y del Centenario de inicio del levantamiento armado de 1910 la realidad histórica nos dice que la hora de pasar la factura a los agravios está por sonar sus campanadas.
“Que las manecillas que marcan el horario de la justicia inexorablemente avanzan y llegan”, afirma la proclama del MLS.
Ha pasado más de un año desde que el MLS anunció su plataforma. Estamos a cinco días del festejo del bicentenario de la Independencia, ¿cumplirán las FARC, a través del MLS, su advertencia?

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